EL GATO EN LA ANTIGÜEDAD

Luego de un prolongado y gradual proceso de adaptación al entrono del ser humano, con su encanto y misticismo logra codearse con las castas y estratos sociales más importantes de Egipto, nace entonces la adoración a la señora de la paz, protectora de los partos, diosa de la abundancia y de la felicidad, la diosa gata Bastet a quien se le dedicaron sin fin de iconografías, estatuas, relieves, exvotos, amuletos y ofrendas rituales, para resaltar las               

estatuillas de bronce de la diosa bastet, siglo VII a.c British museo de Londres

estatuillas en bronce que muestran a la gata jugando y amamantando a sus crías estas a su vez nos dan un acercamiento hacia la cotidianidad de este animal que en esa época no era muy diferente a la que vivimos hoy.

En los testimonios gráficos más antiguos el gato semisalvaje que llego de la región Nubia se represento como compañero del hombre y ayudante en la caza de aves, las representaciones plásticas nos hablan de un pequeño pero feroz depredador con una labor de mucha importancia ya que mantenía segura la cosecha y los alimentos almacenados de los roedores y otros invasores.

En los frescos, en los relieves, en las ilustraciones en papiros y demás pinturas el gato protagonista aparece sonriente y satisfecho como si cazar la presa le produjera mas placer que cuidar a  su cría, de ahí a el gato se le trato con respeto se popularizo tanto su nombre que se le denomino héroe   tanto así que es dedicado a él un fragmento del libro de los muertos en donde aparece un enorme felino astuto y triunfante decapitando a la serpiente Apofis

El dios sol Ra en la forma de un gato matando a la serpiente Apofis cerca el sicomoro sagrado (1295-1186 a.c) pintura funeraria, tumba de Inherkha.

Ya hacia el 2000 a.c se comienza a encontrar dibujos con carácter humorístico que de cierta manera muestran como seria el mundo al revés un gato presa de los roedores pero no son muchos ya que la cultura figurativa y religiosa de Egipto humaniza a los animales cosa que no se ve en la biblia ya que en ella no le dedican ni una sola mención.

   

Papiro satírico en el que un ratón es servido por un gato, imperio nuevo (1567-1085 a.c) museo nacional del Cairo.

Entre más convivencia va teniendo el gato en el antiguo Egipto mas va perdiendo sus características físicas más salvajes y teniendo una relación mucho más cercana con el hombre tanto en vida como en muerte pues de ello dan testimonio los numerosos hallazgos de momias felinas junto a la tumbas momias humanas                                  

 

 

 

 

 

Momia de un gato del siglo I a.c 

procedente de Ávidos, 

museo British de Londres.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Más adelante las civilizaciones a la orilla del Mediterráneo como los griegos y los romanos adoptarían al gato inicialmente por sus cualidades de cazador más adelante por sus encantos tales que llevaron a los artistas romanos del siglo II de Pompeya a recrear escenas donde se ubica a el gato intentando cazar una perdiz, además de pinturas como la de Baco en su trono con un fondo rojo y el gato posado a su lado izquierdo, los griegos por su parte dedican a él piezas de marfil donde el gato es puesto en lucha contra su mayor rival el perro rodeados de espectadores.

 

EL GATO EN LA EDAD MEDIA

Esta es una época donde abunda el simbolismo y el  gato se convierten en protagonista de representaciones artísticas elocuentes en templos  y anfiteatros pasan a ser  nuevos amos luego de la caída de la civilización clásica con todo y sus antiguos monumentos.

 base de esto lo podemos ver en el fresco de Pietro Lorenzetti (1284-1345) quien en un rincón de esta obra 

(la ultima cena 1315-1319fresco, basílica inferior de San Francisco de Asís en Italia) plasma a el gato misterioso, tranquilo e indiferente de lo que ocurre a su alrededor nos da un acercamiento a la realidad cotidiana que se percibía de este animal, en  los ábsides, las criptas y los capiteles de las iglesias románicas de esta época en 

toda Europa  encontramos representaciones estilizadas más parecidas a la caricatura que en su mayoría son gatos esculpidos como símbolos guardianes del cementerio más antiguo de Ruán “el recinto de los gatos”.

Las representaciones en los muros del scriptorium benedictino son las que reflejaron a el gato como un ser totalmente cotidiano de una manera amable como si los monjes y los gatos se hubiesen puesto de acuerdo estos primeros aplicaban lo que los grandes pensadores hasta entonces habían dicho “acariciar distraídamente a un gato mientras se escribe, se medita o se lee es una ayuda formidable para la concentración”

 

 

Adán nombra a los animales manuscrito 24 folio 5 30 – 20,6 cm de Aberdeen Bestiario siglo XII, librería de la universidad de Escocia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL GATO PREJUICIOS E IMÁGENES DIABOLICAS

“En los ojos del gato esta el cielo y en su corazón, el infierno” Honore de Balzac

los arqueológicos muestran el trato macabro que durante una parte de la edad media se les dio a los gatos, dentro de los cimientos de la catedrales y de los edificios principales se usaron los gatos en especial los negros como material para fabricar las paredes toda esta superstición y miedo nace en la creencia de la relación de este animal con la diosa celta de lo nocturno Diana aun mas potenciado por el cristianismo quien solo podía darle explicación de sus capacidades y misteriosas formas nocturnas en el demonio como si e gato fuese su encarnación,  ven además semejanzas y características femeninas como la vida domestica, la vida nocturna y lunar lo que lleva a considerar el gato como acompañante fiel de las brujas 

 

 

 

El Sabbat de las brujas 1515, tinta china pluma y aguada 37,8 – 25,8   Hans Baldung Grien 1484-1545                    Museo i´oeuvre Norte Dame

 

 

 

 

 

 

1667 murciélago visto como un gato volador, Athamasius Kircher 1601-1680, the stapleton collection.

 

Creación de Eva 1500, oleo sobre tabla 389 – 220 cm, Hieronymus Bosch el Bosco 1540-1516 museo del prado Madrid

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Adán y Eva 1504, gravado 24,8 – 19,2 cm,     

 Durero 1471-1528 museo de Londres

 

 

    

 

  El sueño da la razón produce monstruos 1799

Aguafuerte y aguatinta 21,6 – 15,2 cm

Francisco de Goya (1746-1828)

Colección privada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL GATO EN EL RENACIMIENTO

El oscuro manto que durante la edad media cubrió a el gato será retirada en esta época con elegancia y dotes innatos de gracia, calma, paciencia e incluso sensualidad este redescubrimiento se da gracias a los artistas de los siglos XV y XVI quienes ven a el gato no como única y relativamente un cazador  o un dios o demonio sino como una fuente de pensamientos y emociones de la mano con la libertad y la paz su independencia y misterio, lo que lleva a ser buscado como compañía de estudiosos amantes del silencio muestra de esto lo podemos ver en la obra 


estudio de san Jerónimo 1475 oleo sobre tabla 45,7 – 36,2 cm nacional galería, Londres). Por Antonello da Messina (1430-1479). Embriagado por el sentido de la belleza natural Leonardo da Vinci realizo varios esbozos en el intento de captar los flexibles movimientos de este animal y mas allá su elegancia como aparece en la pintura de la virgen con el niño precisamente acompañados por un gato.

 

          Estudios de gatos 1513 – 1515 Dibujo de 27 – 21 cm Royal library, castillo de Windsor 

La iconografía religiosa desde el principio del renacimiento hasta el siglo XVI y en tiempos de la contrarreforma muestra numerosos gatos de todas formas colores y tamaños deja de lado su pasado y recrea la imagen prosaica y familiar, el humanista francés Michel de Montaigne  dice “quién sabe si cuando juego con mi gata, no será ella la que juega conmigo, valiéndose de mí como su pasatiempo”  y el poeta Torquato Tasso dice “la locura se reconforta contemplando los ojos del gato estos sugieren dos estrellas titilantes, capaces de restaurar la razón, de hallar un camino en mitad de las tempestades del alma”.

En esta época más que ser una compañía silenciosa el gato es absorbido por el artista este se identifica con el animal es la razón por la cual artistas como Durero introducen a el gato dentro de sus obras en conexión a lo que él siente.

Annibale Carracci representa esa tranquilidad e intimidad domestica en su obra el gato duerme, ronronea y deambula bajo la mesa, que encadena una serie de pequeños desastres, esta real compañía del gato pasaría a convertirse en un clásico para la pintura una fuerte fuente de inspiración para poetas y escritores más adelante para cantautores Walter Scott dice “en la mente de un gato hay mucho más de lo que podemos imaginar”

 

EL GATO EN EL BARROCO

Esta época muestra con claridad al gato como un animal transversal de presencia habitual en las residencias de los burgueses, de los campesinos y en algunos palacios aunque no en presencia de los reyes se hace cada vez más común  entre los hogares y la cotidianeidad, se convierte en uno más del hogar así lo muestra Rembrandt Van Rijn (1606-1669) en su obra (sagrada familia 1645, oleo sobre tabla 68,4 – 46,8 cm Gemaldegalerie alte meister, kassel).

Luego de ser maltratado acosado y despreciado por las sospechas de pactos con brujas y demonios a este animal le llega un destacado protector el poderoso primer ministro de Luis XIII el cardenal Richelieu quien decía con una gran afirmación “dios había creado a el gato para concedernos el placer de acariciar a un tigre”

Las dos escuelas barrocas de esta época en donde el gato alcanza más la gloria son la francesa y la holandesa por su exigencia en el realismo como se puede ver en la obras de los hermanos Le Nain ,  lo simbólico religioso en las obras de Charles Le Brun y la difusión con la naturaleza muerta en las obras de Chardin, para entonces en esta época de decoro y apariencia   Mark Twain tenía razón al decir “una casa sin un gato bien cuidado y alimentado puede ser perfecta, pero nadie puede demostrarlo”.

 

EL GATO EN LA ILUSTRACION Y EL ROMANTICISMO

En estas épocas vemos un cambio de  la representación del gato por parte de los artistas quienes dirigen su mirada hacia la sensualidad, la malicia, ese poder de seducción del cuerpo sinuoso de formas y reflejos ágiles atractivos a la vista y al mismo tiempo adecuado a las caricias , la pintura del siglo XVIII abre por primera vez en la historia del gato en el arte la sensualidad de los movimiento felinos, en la segunda mitad de este siglo aparece la escuela artística inglesa en Hobart mas tarde Royal Academy en 1768 innovando con pinturas de escenas no tradicionales del gato cazando o sesteando al contrario los artistas ingleses como los franceses plasman a los felinos mimados en brazos de sus amos como se muestra en las obras de Hogarth y Gainsborough.

Esprit de baculard d´arnaud 1776 oleo sobre tela oval

                                                       Jean Baptista Greuze, musée des Beaux-arts, Troyes Francia

Los artistas del siglo XVIII y XIX veían como imprescindible viajar a Italia como base fundamental en el estudio de la antigüedad y el renacimiento, la combinación del clima del Mediterráneo y el equilibrio entre belleza natural y arquitectónica dio pase al nacimiento de la corriente artística del paisajismo, en Roma considerada de nuevo un centro de cultura universal además de tener una orgullosa densidad felina no era de extrañarse que en la mayoría de obras cargadas de luminosidad pasión y a menudo  nostalgia se encontrase como parte de ella un gato, descubren de esta manera el valor terapéutico y relajante de acariciar por unos minutos un minino, en paralelo en los tiempos en el que Goya representaba a los gatos como endemoniados con ojos desorbitados y relampagueantes Albert Schweitzer  decía “la música y los gatos son el  mejor refugio ante las miserias humanas”.

 

                              Muchacha con gato 1757 Pastel sobre papel  47 – 37,6 cm 

                               Jean Baptista Perronneau 1715-1783 Musée du Louvre, París

 

“PER VN BACIO DATO DA VNA BELLA E GRANDE SEÑORA AD VN GATTO

SONETTO

Este esculpido en tela, amable gato

Disfruto de la bella un amoroso

Beso; ante la suerte del retrato,

El modelo se puso muy celoso.

Para no ser testigo de ese trato,

Se escapó, como armiño temeroso,

Y refugiose, en rápido arrebato,

Dentro de un sitio escondido y boscoso.

Así que tu, oh afortunado gato,

Que mantendrás intacto tu color,

Y tu boca y el beso del retrato,

Haz que tan solo a mí me dé su amor

Y otro beso me entregue, igual de grato

Que el que guardas, eterno en el fervor. 

 

EL GATO EN EL IMPRESIONISMO

En esta época vemos el gato posado completamente en el hogar burgués con una búsqueda del confort completada, placido en la seguridad de la casa toma forma del concepto pet o animal de compañía y eso se ve fuertemente reflejado en la literatura francesa como lo fue en el maestro del pensamiento Théophile Gautier quien por amor a los gatos en sus escritos rinde homenaje a la suprema aristocracia del alma de aquellos ojos brillantes. El músico Gioacchino Rossini se inspira en los maullidos para componer una hilarante parodia de los sueños de amor. En la segunda mitad del siglo XIX vemos un retroceso en la presencia del gato en las casas más adineradas pues atención se dirige hacia los perros de pastoreo, los zorros para los juegos de caza y los caballos para las carreras, comienzan aparecer dibujos como “campesina haciendo mantequilla 1866 lápiz sobre papel 122 – 85,5 cm Jean François Millet (1814-1875)  musée d´Orsay Paris”  muestran la realidad cambiada del animal que a principio de este mismo siglo empezó siendo retratado en brazos de niños o jóvenes de sociedad termina siendo parte de la naturaleza entre viejos y casas campesinas aunque artistas como Manet, Renoir, Berthe Morisot y Mary Cassatt mantienen intacta la idea de que la muestra de serenidad en un hogar no es más que la presencia placida  de un gato

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchacho con un gato 1868, oleo sobre tela musée d´orsay Paris

Pierre Auguste Renoir

 

 

 

 

 

 

 

 

Quien es el más bello del reino 1887, oleo sobre tela

Frank Paton

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL GATO CONTEMPORÁNEO

 

Con el temor latente de convertirse en un segundo plano en la vida de los aristócratas ante la llegada de los perros el gato empieza a redefinirse por lo cual el triunfo de popularidad en el siglo XX sería una sorpresa, surge de nuevo su favoritismo entre los artistas e intelectuales que se sienten de cierta manera superiores a los que andan en compañía de los perros y quienes en la primera mitad de este siglo  reflejan en una serie de interpretaciones pictóricas extraordinarias desde el art nouveau hasta el glamur de Steilen junto con las curvas de Franz Marc, las desgastantes y huesudas interpretaciones del expresionismo, la elegía domestica de Chagall, la geometría de Klee, la inmovilidad de Carlos Carra, el humorístico y desapasionado cubismo de Picasso, las sombras de Giacometti, las contrapuestas de Léger y Miró, el erotismo de Balthus donde el gato es sin duda la mayor muestra de serenidad, tranquilidad domestica.

Ya para la segunda mitad del siglo XX el gato se sigue consolidando en su cómoda posición sin mayor esfuerzo y sin estar a merced de nadie, compañías como Warner incluyen a el gato como una verdadera estrella caso contrario a Walt Disney, nacen representaciones en pop art de la mano de artistas fascinados por la imagen del gato  como David Hockey y Andy warhol, por ultimo su gran escalafón la proyección de un mundo enteramente felino  el musical cats que abriría las puertas para el popular Garfield cabe destacar las obras de Lucien Freud con la  analogía magnética e inolvidable, que establece entre los ojos de un gato atigrado y la mirada de una muchacha.

 
 

La tarde burguesa 1900, oleo sobre tela 212 – 139 cm Pierre Bonnard (1867-1947) Musée d´orsay Paris

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

Mujer con gato 1912, oleo sobre tela 78 – 77,2 cm

Pierre Bonnard (1867-1947) Musée d´orsay Paris

 

 

 

Dos gatos1912 Oleo sobre tela 98 - 74 cm Franz Marc (1880-1916) Sprengel museum Hannover                                             

 

 

 

 

gato a la sombra de un arbol 1910 Oleo sobre tela 70 – 50 cm Franz Marc (1880-1916) Sprengel museum Hannover

LIBROS RECOMENDADOS 

Gatos en el arte del historiador Stefano Zuffi, editorial 451. JPEG de Italia 2007.

Libro de los gatos del escritor Bernard Darbord edición avec de 1984